Posteado por: Arianna Bañuelos | noviembre 27, 2010

Proverbios

…. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

 
» Cuando el niño era niño andaba con los brazos colgando, quería que el arroyo fuera un río, que el río fuera un torrente y que este charco fuera el mar. Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo estaba animado, y todas las almas eran una. Cuando el niño era niño no tenía opinión sobre nada, no tenía ninguna costumbre, se sentaba en cuclillas, tenía un remolino en el cabello y no ponía caras cuando lo fotografiaban.
(…)
Cuando el niño era niño no podía pasar las espinacas, los porotos, el arroz con leche y la coliflor salteada. Ahora se lo come todo, y no porque lo obliguen. Cuando el niño era niño despertó una vez en una cama extraña, y ahora una y otra vez. Muchas personas le parecían bellas, y ahora sólo con suerte. Imaginaba claramente un paraíso, y ahora apenas puede intuirlo. Nada podía pensar de la nada, y hoy esta idea lo estremece. Cuando el niño era niño jugaba con entusiasmo, y ahora se sumerje en sus cosas como antes, sólo cuando esas cosas son su trabajo.
(…)
Cuando el niño era niño, las manzanas y el pan le bastaban de alimento, y todavía es así. Cuando el niño era niño, las bayas le caían en la mano sólo como caen las bayas, y ahora todavía lo hacen. Las nueces frescas le ponían áspera la lengua, y todavía es así. Encima de cada montaña tenía el anhelo de una montaña más alta, y en cada ciudad el anhelo de una ciudad más grande, y siempre es así todavía. En la copa del árbol tiraba de las cerezas con igual deleite como hoy todavía lo sigue haciendo. Se asustaba de los extraños, y todavía se asusta; esperaba las primeras nieves, y todavía las espera. Cuando el niño era niño, lanzó un palo como una lanza contra un árbol, y aún hoy vibra todavía.
»

Sobre la muerte

1)      Una de las cosas que más me ha inspirado a escribir es la muerte. La muerte como una cosa siniestra, tumultuosa, debe ser la cosa más horrible. No creo en esa muerte.

2)      Me inspira la muerte transitoria, aquella que suavemente se desliza entre la gente que acepta su fuerza celestial.

3)      Me inspira la muerte por una causa. Si hace reaccionar de pronto, es porque ya cumplió su cometido.

4)      La muerte es una cosa que no existe cuando el alma sabe vivir en la persona amada. (Si se sabe amada, desde luego,  se sabe dicha).

5)      La muerte es vida al revés: Jesús murió para que todos naciéramos de nuevo. La semilla murió para que el árbol diera frutos…

6)      La muerte que no se entiende es egoísmo y pura muerte simbólica.

Sobre el amor

1)      Amar es querer absolutamente nada de nosotros mismos.

2)      Amar es aceptar la felicidad en todo y en cualquier momento, bajo las peores circunstancias.

3)      El sexo no se inventó para amar; pero en amar se aprende a ceder, hasta llegar al alma.

4)      Amar es humanamente imposible, si no fuese por la existencia del verdadero Amor.

5)      En el Amor se aprende a amar, como una condición eterna. Amar es escuchar, y sobre todo, Amar es  tener fe en la persona amada.

6)      Amar duele sólo cuando creemos que no existe otra cosa que la condición humana, transitoria, bestial.

7)      Bestializando el amor se llega al Amor. Después que perdonamos.

Sobre las cosas de este mundo

1)      Entender que somos polvo es la clave del éxito

2)      Entender que somos agua es aceptar la imposible contención de las formas terrenales.

3)      Lo realmente valioso de la vida está en descubrir lo que ya sabíamos de antemano.

4)      La obsesión al “amor” tiene que ver con una búsqueda insatisfecha del perdón.

5)      Los sentidos nos fueron dados para maravillarnos de la Creación. Pero existe un manto que ciega a todos.

6)      El placer es efímero. La paz es eterna.

7)      El poder es un “No-Amor” solidario. La trascendencia es una temporalidad insatisfecha.

8)      Todos nacimos especialmente inteligentes. Pero unos se culturizaron más que otros.

9)      Lo único verdaderamente sabio es entender que la renuncia, es la primera prueba de fe.

…y ahora sí, a caer….


Deja un comentario

Categorías